Mi ser se inunda de ganas por ti, mis labios se volvieron adictos al sabor de tus besos, a ese movimiento al que baila tu lengua dentro de mi boca, a tus mordiscos con desespero y al mismo tiempo con tanta pasión. Mi mente no deja de pensarte y mi piel tibia te extraña con locura, quiero sentirte mío y que me sientas tuya.